Noticia:
Chile: Salvador Allende |
Prensa Web La Radio del Sur /Agencias
11 de septiembre de 2010
La promesa del presidente Sebastián Piñera de mantener orden en las calles bajo su mandato, que ha derivado incluso en ataques policiales a la prensa en las protestas, chocará con las marchas que la fecha convoca en la izquierda.
La jornada, que en la época de la dictadura solía saldarse con muertos, tiene ahora como telón de fondo las críticas de organismos de derechos humanos a las rebajas de penas que la Corte Suprema ha impuesto en los últimos fallos contra represores del régimen militar (1973-1990).
La conmemoración, que ya obligó a cerrar algunas universidades por agitación estudiantil, está marcada además por la huelga de hambre que mantienen hace 62 días 32 presos políticos mapuches, en reclamo por ser juzgados por una ley antiterrorista que permite juicios dobles, aprobada precisamente durante la dictadura pinochetista.
Este nuevo aniversario del golpe militar que derrocó al presidente socialista Salvador Allende (1970-1973) encontrará además a un país profundamente cambiado en lo social y político.
Con Pinochet muerto y su sombra extinguida, los chilenos optaron este año por confiarle por primera vez en medio siglo la conducción del país a la derecha.
La izquierda, algunos de cuyos sectores gobernaron entre 1990 y 2010 junto a la Democracia Cristiana, están hoy divididos y con opciones políticas diferentes, algunos apostando por un camino propio y otros por revitalizar la alianza de la Concertación con la Democracia Cristiana.
La figura de Allende, vinculada a su muerte durante la defensa de La Moneda, parece ser lo único inmutable, junto a la polémica entre quienes inexplicablemente desde la extrema derecha lo acusan de ser responsable del quiebre democrático y los que lo enarbolan como el promotor de una equidad que nunca llegó.
Chile, que entre 1970 y 2010 pasó de ser uno de los países con una de las economías más pobres de la región a elevar su PIB a estar entre los mayores de la región, sin embargo aún es una de las diez naciones más desiguales del planeta.
Por ello, la fecha volverá a dividir a los chilenos, como lo asumen todos los sectores políticos.
Los 3.000 desaparecidos o muertos que dejó el gobierno de Pinochet, además de unos 50.000 torturados, son finalmente una huella muy difícil de borrar y hasta ahora ningún gobierno pudo impulsar una ley de punto final, como ocurrió en otras naciones.
No comments:
Post a Comment