Foto: Scott Audette - Reuters |
Su sucesor en el cargo y experto en sectas, Andrew Schäfer, destaca que Jones fue condenado en el 2002 por un tribunal de Colonia a una pena de 3.000 euros por falsedad documental, al atribuirse un título de doctor que no tenía. Asimismo fue acusado, aunque nunca se llegó a un proceso, de explotación laboral de los miembros mas jóvenes de su secta y de apropiarse indebidamente de fondos de su grupo religioso, lo que condujo a su expulsión por primera vez de la comunidad religiosa que había fundado.
Su readmisión solo se produjo “después de pagar una reparación económica de cuatro a cinco dígitos”, según revela en el mismo rotativo Stephan Baar, uno de los actuales representantes de la Comunidad Cristiana de Colonia, que fundara Jones y que, según sus palabras, tiene ahora unos 80 miembros activos. “Estamos tan conmocionados como el resto del mundo”, dice Baar sobre la reacción de la antigua comunidad de Jones al conocer las intenciones de éste de quemar ejemplares del Corán con motivo del aniversario de los atentados del 11-S.
Prácticas fundamentalistas
Keden comenta que Jones y su familia se vieron obligados finalmente a abandonar la secta y Alemania en el 2008 de manera precipitada y vergonzosa y que es entonces cuando regresan a Estados Unidos y se instalan en Florida. Tras señalar que Jones llegó a Alemania en 1983, donde fundó la comunidad religiosa, Keden comenta que prácticamente desde el principio de las actividades del polémico pastor su oficina tuvo que asesorar a miembros de la secta que deseaban abandonarla.
“La gente se quejaba de severos actos de penitencia y rituales públicos de arrepentimiento y declaración de fe, sobre el miedo a Satanás y los demonios”, explica Keden, quien destaca que, en sus mejores tiempos, Jones llegó a tener un millar de seguidores en Alemania, en su mayoría familias jóvenes.
Schäfer, por su parte, comenta que, mientras Jones controlaba la secta, “tuvimos con frecuencia casos de asesoramiento a miembros de la comunidad, con muchas tragedias privadas”.
Estafaba con los muebles que recibía
“Pero nunca nadie tuvo el valor de rebelarse abiertamente contra Jones”, señala el experto en sectas de la Iglesia Evangélica, quien destaca que el final de Jones en Alemania llegó en el 2008 de la mano de un matrimonio maduro amenazado de expulsión por el polémico pastor y que hizo públicos sus métodos de trabajo.
Entonces salió a la luz que en las seis casas que la secta tenía en Colonia para atender indigentes se explotaba laboralmente a los miembros mas jóvenes de la comunidad como transportistas de muebles viejos que recibían de regalo. “Corrió entonces la sospecha de que vendía los muebles de segunda mano y que se metía el dinero en su propio bolsillo”, revela Schäfer, quien comenta que ese escándalo fue el que condujo a “su huida precipitada de Alemania”.
Tomado de Cuba Debate (Con información de EFE)
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